La recuperación activa es una estrategia utilizada por los atletas profesionales para acelerar la recuperación después del entrenamiento intenso o la competencia, manteniendo el cuerpo en óptimas condiciones.

¿Qué es la recuperación activa? A diferencia de la recuperación pasiva (descanso total), la recuperación activa implica realizar actividades ligeras para mantener la circulación y ayudar al cuerpo a eliminar el ácido láctico acumulado. Esto puede incluir ejercicios de baja intensidad como caminar, nadar o realizar estiramientos suaves.

Beneficios de la recuperación activa

  • Acelera la eliminación de toxinas: Mantener el cuerpo en movimiento ayuda a eliminar las toxinas y el ácido láctico que se acumulan durante el ejercicio intenso.
  • Mejora la flexibilidad y el rango de movimiento: Los estiramientos suaves durante la recuperación activa pueden ayudar a mantener o mejorar la flexibilidad.
  • Previene la rigidez muscular: Al mantener los músculos activos, se reduce la rigidez y el dolor muscular post-ejercicio.

Cómo incorporar la recuperación activa en tu rutina Incorpora sesiones de recuperación activa entre tus entrenamientos más intensos. Por ejemplo, después de una carrera larga, realiza una caminata ligera o una sesión de natación para mantener los músculos en movimiento.

 

 

Una imagen de un atleta realizando estiramientos suaves en un entorno natural, como un parque o cerca de un lago.